
Después, Ortega y Gasset prosiguió
sus estudios en varias ciudades de Alemania. Estas estancias le influyeron en
su forma de pensar, defendiendo un europeísmo de corte germanizante que le
condujo a dudar de la existencia de una filosofía española. Ortega y Gasset se postuló
como iniciador de la «verdadera filosofía», la Biognosis, concebida como
«Crítica de la Razón histórica» y entendida como «ciencia de lo humano».
Cuando regresó a España en 1909,
Ortega y Gasset fue nombrado profesor numerario de psicología, lógica y ética
de la Escuela Superior de Magisterio de Madrid. En 1910 fue catedrático de Metafísica de la Universidad Central. En
1914 pronunció un discurso en el Teatro de la Comedia de Madrid titulado «Vieja
y Nueva política», en que habló de los principios liberales y el nacionalismo,
considerándose la vanguardia de la “España vital” frente a la “España oficial”.
Después, Ortega y Gasset trabajó en el
diario El Sol desde 1917, donde
publicó España invertebrada y La rebelión de las masas, en forma
de folletines. En 1923 fundó la Revista de Occidente, dirigiéndola
hasta 1936 con el fin de traducir y comentar en español las últimas corrientes
filosóficas y científicas europeas, especialmente las ideas germanas.